Todos, en algún momento hemos experimentado episodios de dolor lumbar. De hecho, de acuerdo con el George Institute for Global Health, el dolor de espalda afecta a cuatro de cada cinco personas en algún momento de sus vidas y lo hace por igual en hombres y mujeres.
La edad, el verdadero culpable.
La edad es a menudo la culpable. Con el tiempo, los huesos y las articulaciones de la espalda baja comienzan a cambiar. Sus discos (las estructuras que sirven como cojines entre los huesos de la columna vertebral) tienden a desgastarse y a veces se fragmentan. Esto es lo que causa el dolor.

Otra causa de dolor lumbar, aunque no es lo frecuente, es una hernia de disco. Cuando el nervio ciático, que baja por el culete y la pierna se ve afectado, tenemos la horrible y famosa ciática.
¿Qué nos dice la Medicina sobre posibles remedios para el dolor de espalda?
Pues vamos a ver unos cuantos trucos que pueden servir.
- Terapias de frío y calor. Si el dolor es por un golpe o lesión, lo mejor es utilizar compresas frías o un paquete de hielo inmediatamente después de sufrirlo. Esto puede aliviar el dolor durmiendo el área y también hará que se reduzca la hinchazón.
Sin embargo, unas 48 horas después de la aparición del dolor de espalda, te vendrá bien ponerte calor, bien con una manta eléctrica o bien con una de las antiguas bolsas de agua caliente de las de antes. El calor calma y relaja los músculos doloridos y aumenta el flujo sanguíneo, lo que ayuda al proceso de curación. Ten en cuenta que la terapia de calor sólo es útil durante la primera semana. - Descansa en la cama, ¡pero no demasiado!. Tengo malas noticias para los que piensan que lo mejor para el dolor de espalda es la cama. Los médicos aconsejan seguir moviéndote, para que tus músculos no se queden rígidos. El reposo en cama puede ser útil para aliviar el dolor de espalda, especialmente si el dolor es tan fuerte que te duele sentarte o estar de pie. Pero trata de limitarlo a unas pocas horas y no durante más de uno o dos días.
- Actividad física. El ejercicio ayuda a formar músculos fuertes y flexibles que serán menos propensos a lesiones. También puede colaborar con el proceso de curación de una espalda dolorida, prevenir problemas en el futuro y mejorar la funcionalidad. Un buen programa de ejercicios debería incluir: actividad aeróbica, entrenamiento de fuerza y ejercicios de flexibilidad.
- Masajes. Siempre alivian, y según el doctor Benjamin Friedman, profesor asociado de medicina de emergencias en el Colegio de Medicina Albert Einstein y el Centro Médico Montefiore de la ciudad de Nueva York, son más efectivos que la mayor parte de los analgésicos. ¡Y a mi que no me gustaban y los veía una chorrada!
En fin, por lo que parece los típicos analgésicos comunes no son los más eficaces contra el dolor de espalda baja, pero tampoco hay que desecharlos alegremente, un buen anti-inflamatorio es algo a lo que podemos recurrir en un momento puntual de dolor.
Maria Palomo Chaparro dice
Oscar eres un crak!!!
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Óscar Parra dice
¡Y tú una amiga estupenda!
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