Dos meses después de mis primeras compras para primero de Medicina, me ha llegado otro pedido con cositas que, por lo que leo por esos blogs de Dios, me harán falta en primero (o no).
Y es que, a pesar de que hasta el viernes próximo no tendré confirmación oficial de mi admisión, estadísticamente sé que estoy dentro. He mirado las notas de corte desde 2010 y nunca han estado por encima de la mía.
Así las cosas y dándome un margen de confianza, he adquirido lo siguiente.
- Una funda de neopreno para el fonendo.
- Un pulsioxímetro de dedo Aerocare.
- Una linterna de exploración Riester Fortelux N (no la necesitaré en primero pero, ¡molaba!)
- Una regla de electrocardiogramas (esto no es para primero, pero me llamó la atención)
- Un estuche de disección con instrumental grande.
- Un clip portabolígrafos para bolsillo Comed.
Y de regalo me ha llegado un divertido bolígrafo en forma de jeringuilla con el que ya he hecho el gilipollas con mi gente (lo que tienen que aguantar los pobres).

La funda de neopreno.
La funda de neopreno no tiene mucho que explicar. Es una funda y es de neopreno. 🙂
El pulsioxímetro.
El pulsioxímetro (el cacharrito ese tan chulo de color azul con números amarillos), indica la frecuencia cardíaca y la saturación de oxígeno, es decir, el porcentaje de hemoglobina que está transportando oxígeno. Los valores normales, según la OMS, están entre 95 y 100. Por debajo de esos valores se considera emergencia médica. En realidad, por debajo de 95 el paciente está en hipoxemia y tendría otros síntomas como respiración acelerada, inquietud, confusión y presión en el pecho. Valores bajos pueden indicar enfermedades pulmonares o insuficiencia cardíaca, ataques de asma, neumonía y anemia, entre otros. Ojo, que los pintauñas y el exceso de luz pueden hacer que de valores raros.
El otro día le pregunté a mi madre que si sabía cuánto había marcado el pulsioxímetro en el abuelo Modesto, un señor de 100 años, ojo. Y la buena mujer me dijo que creía que 65… Obviamente debió ser 95, pero ello lo vio al revés. Con 65 no habría abuelo…
La linterna de exploración.
Es la típica linterna de las pelis de médicos. Esas que aplican al ojo para ver si la pupila tiene reflejos (mala cosa si no los tiene…). Por lo que sé tampoco sirve para demasiado más. Como mucho para la visualización, con mayor detalle de lesiones dermatológicas y la exploración otorrinolaringológica (principalmente cavidad oral, por ejemplo para iluminar las amígdalas o valorar inflamación).
Regla de electrocardiograma.
Un misterio, os lo juro. Para empezar las letras y numeritos están invertidos. Es decir, que para verlos correctamente habría que ponerse frente a un espejo. Tendré que hablar con Iker Jiménez para ver si me lo resuelve.
El estuche de disección.
Es ese estuche que podéis ver ahí con varios chismes metálicos y de película de miedo. Bueno, de todos lo único que he sabido reconocer han sido las tijeras y el mango del bisturí. La cuchilla ni la he abierto. Todo lo demás me parecen pinchos, mini-lanzas, y ganchos afiladísimos. Cuando sepa para qué sirve cada coso de esos, os lo cuento.
Un clip portabolígrafos.
Pues eso, un clip en el que caben tres bolis (o la linternita) y que se puede llevar en el bolsillo de la camisa o la bata para evitar que, al agacharte, se te caigan. Me ha parecido un poco engorroso, pero bueno: era barato.
El bolígrafo con forma de jeringuilla no lo voy a explicar. Su principal función es hacer el imbécil. También sirve para escribir.
Una semana crucial.
La semana que viene es importante para todos los aspirantes a médicos de España. La mayor parte de universidades publican sus notas de corte y los listados de admisión. Hay una web en la que calculan si entrarás o no, pero para ello la gente tiene que poner su nota. De ese modo se puede hacer un baremo y ver si tienes muchas o pocas posibilidades. Casimedicos es el nombre de este sitio, referencia obligada para estudiantes y curiosos.
En fin, este fin de semana seguiré jugando con mis nuevos juguetes. Bueno, con el estuche de disección igual no; me gustaría empezar la carrera con todos los dedos. Les he cogido cariño y me molestaría perder alguno a estas alturas.