La primera vez que el vicedecano de la Facultad de Medicina nos preguntó en voz alta, ¿vosotros pensáis que el deporte es bueno?, me pareció que iba a hacer algún chiste. Y no lo hizo. Sin apenas esperar respuesta nos espetó un severo y contundente NO, NO ES SANO.
Pero es que hoy, en plenas prácticas, mientras cogía y estudiaba una serie de corazones humanos, otro profesor, mi admirado doctor Fermín Viejo, lo ha repetido. Antes de seguir quiero aclarar que no me voy a referir a lo denominado como «muerte súbita», no. La muerte súbita viene dada, en una gran mayoría, por un defecto congénito en el corazón. Pero no es ese el asunto de hoy.
Una cosa es salir a andar y hacer algo de deporte. Otra es tomártelo demasiado en serio.
La mayor tasa de deportistas fallecidos en los siguientes diez años tras su retirada se da en el ciclismo. Y no es casual. En estos días estamos estudiando cardiología y, entre los mil secretos del corazón, (no me refiero a con quién se acuesta Paquirrín), nos han explicado que, en deportistas profesionales (y en aficionados sobrados), el corazón, que no olvidemos que es un músculo, acaba por adaptarse al esfuerzo y crece.
Ese crecimiento, en principio, supone una mayor potencia muscular y, por tanto, una mejora del bombeo durante el esfuerzo pero… ¿Y cuándo el deportista deja el deporte? Ahí viene el problema: el corazón ya ha crecido: es demasiado grande, pero ahora la exigencia es mucho menor.
Por cierto que, hace unos meses, uno de los jefazos del mundo de los trasplantes de Madrid nos dijo: cada vez que hay una maratón, tenemos donantes nuevos… Siniestro, ¿verdad?
Deportistas con un corazón enorme.
Al margen de lo cursi o no que suene la frase, ese es el problema principal. El corazón, acostumbrado a un régimen de latidos muy elevado, de pronto se ve abocado a una exigencia mínima. Poco a poco la grasa se va infiltrando, lo que debilita al órgano que, no olvidemos, está hipertrofiado (en particular el ventrículo izquierdo, cuyas paredes se engrosan). ¿El resultado? Un infarto de miocardio inminente.

Y no solo es el corazón.
El estrés al que someten sus articulaciones, por ejemplo, los futbolistas profesionales es, lógicamente, insano. Entiendo que a Ronaldo (no a Cristiano, sino al otro, al de antes), le haya compensado. A pesar de que, en la actualidad esté literalmente cojo por problemas de rodilla. Tal vez este caballero eche la vista atrás y diga: «Bueno, cojo sí, aunque también millonario». Pero… ¿te compensa a ti?.

Hazte la pregunta, ¿te estás excediendo en tu pasión de corredor, futbolista, ciclista, etc…?
En fisiología nos presentaron casos de anemias hemolíticas en corredores porque, el golpeteo incesante en los pies al correr, acaba destruyendo demasiados glóbulos rojos.
Naturalmente hablamos de deportistas serios, pero, ¿realmente sabes si es demasiado? ¿Lo podrías medir? ¿Dónde está el límite entre normal y demasiado?
¿Entonces dejo de hacer deporte?
No, simplemente pregúntate lo que te he comentado. Echar una tarde de fútbol con los amigos no te va a desgastar de por vida las articulaciones, caminar a buen ritmo te hará perder peso y mantener tu corazón en forma, pero salir a correr día sí, día también, tal vez no sea el mejor pasaje a un retiro saludable.
marssh17 dice
Ostras! Me ha parecido súper interesante! Es cierto que el deporte en exceso no es bueno, pero lo asociaba más al desgaste de las articulaciones, no al crecimiento e hipertrofia del corazón o la destrucción de los glóbulos rojos… Gracias por compartir este pedacito de información 🙂
Citar Comentario
Citar Comentario
Óscar Parra dice
¡Gracias a ti por leerme! ¿Cómo vas tú?
Citar Comentario
Citar Comentario
marssh17 dice
Pues bueno, manteniéndome a flote por decirlo de alguna manera, pero en líneas generales bien. A veces se hace más cuesta arriba pero bueno, es lo normal (en esas ocasiones me gusta leer entradas de blogs que me motivan o me parecen interesantes y me animan un poco). Espero que a ti te esté yendo bien 🙂
Un saludo!
Citar Comentario
Citar Comentario
Julia dice
Hola Oscar. Encantada de comunicarme contigo. Me interesó mucho tus comentarios sobre los Acúfenos que yo padezco. De momento no me he puesto en serio a practicar lo que indicas, unas veces por falta de tiempo y otras por pereza. Pero lo voy a intentar.
Respecto a lo que comentas sobre los problemas por practicar deporte, te comento que yo de joven fuí montañera. Nos dabamos unas palizas fenomenales todos los fines de semana. Yo entonces pesaba 46 kg. Después de un tiempo (4 o 5 años) el grupo de montañeros se fue deshaciendo y la consecuencia es que engordé bastante al dejar de practicar el montañismo. No puede decirse que yo sea una personas sedentaria, pero lo cierto es que los kilos que engordé no los he conseguido perder nunca. Que todo te vaya muy bien. Felices vacaciones de Pascua
Julia
Citar Comentario
Citar Comentario
Óscar Parra dice
¡Hola Julia! Por lo de los kilos extra, escucha: perdí 20 kilos en 3 meses SOLAMENTE yendo a andar (a paso rápido) 45 minutos al día. No es necesario entrenar como Rocky Balboa. Simplemente andar. ¡Prueba! Y lo de los acúfenos, ¡¡ADELANTE, NO ESPERES!!
Citar Comentario
Citar Comentario
Giorgio dice
La verdad no lo había visto desde ese punto de vista… Pero bueno… Siempre hay algo interesante en el día…
Gracias… Saludos..!!!. Me encanta leerte..!!!
SUERTE..!!!
Citar Comentario
Citar Comentario
Óscar Parra dice
¡Hola Giorgio! Ciertamente a mi también me sorprendió. Cuando me lo explicaron entendí que tenía pleno sentido. ¡Muchísimas gracias por comentar, que pases un día bonito!
Citar Comentario
Citar Comentario