Todos hemos escuchado hablar de la toxina botulínica (o bótox, que es su nombre comercial) y del ácido hialurónico. Y muchas personas creen que es lo mismo, o que sirven para lo mismo. Ambos son tratamientos de belleza sutiles y ambos cuestan más o menos lo mismo: unos trescientos euros (algo menos en la mayor parte de las clínicas).
¿Qué es el botox?
La toxina botulínica es una toxina que tiene como objetivo paralizar los músculos de forma temporal. Y os voy a contar de dónde viene…
Esta toxina está producida por una bacteria llamada Clostridium botulinum. Y se encuentra de forma natural en la tierra. Lo más común es infectarse por consumir alimentos contaminados con la toxina, lo que causa botulismo, enfermedad rara pero grave. La toxina tiene como efecto la parálisis de los músculos, lo que provoca en los enfermos de botulismo, visión doble, vista borrosa, caída de los párpados, dificultad para hablar, dificultad para tragar, boca seca y debilidad muscular. Como digo, no es común pero no es ninguna broma. Por cierto mucho ojo con darle miel a los bebés. El botulismo infantil se produce cuando un bebé consume las esporas de la bacteria que se encuentran en la tierra o en la miel. Para acabar te cuento que todos los tipos de botulismo pueden ser mortales y se consideran urgencias médicas.
Gracias Óscar, ya nos has asustado lo suficiente. Noooo, en serio. Ten en cuenta que, para que la toxina fuese tóxica para ti, tendrían que inyectarte 28 veces más que las dosis terapéutica. Esto que acabo de contaros es el botulismo, la enfermedad que provoca la toxina botulínica. Pero su uso en medicina estética está totalmente controlado y es seguro dado que las cantidades que se usan son ínfimas y muy probadas.
¿Cómo actúa el botox?
La toxina, al paralizar la musculatura facial impide que se realicen movimientos que causan arrugas, como por ejemplo las que se hacen alrededor de los ojos o el entrecejo. De ahí que se inyecte en pequeñas dosis allí donde existen arrugas, para eliminarlas o atenuarlas, y prevenir la aparición de nuevas líneas de expresión.
No se trata de un material que rellene las arrugas, por lo que no las elimina aportando volumen, sino que actúa en los músculos de la cara y los paraliza (bueno, los deja relajados, que suena mejor). El resultado, como diría mi padre: devuelve tersura y luminosidad, con una expresión natural.

¿Qué es el ácido hialurónico?
Este ácido se encuentra de forma natural en nuestra piel. Es el encargado de mantener la piel hidratada, siendo su principal función la de retener el líquido, rellenando la dermis desde dentro. Sin embargo, con el paso de los años disminuye su concentración, y van apareciendo las arrugas. Pero hay solución… Para evitar este efecto pueden aplicarse cremas que contengan ácido hialurónico o puede inyectarse. Cuando se inyecta se rellenan las arrugas y surcos al instante.
Un momento Óscar, ¿has dicho cremas con ácido hialurónico?
Pero, ¿funcionan? Mira que la mayor parte de las cremas son un rollo de marketing…
Sí, estoy de acuerdo pero en este caso sí hay evidencia científica. No hay mucha documentación, pero algo hay. El ensayo clínico más reciente fue realizado en Alemania en 2016 por los investigadores Von J. Poetschke, H. Chwaiger, T. Ruzicka y G. G. Gauglitz. En dicho estudio probaron la eficacia de diversas cremas con ácido hialurónico durante un periodo de solo tres meses y concluyeron que el uso regular de cremas para la piel con ácido hialurónico demostró un desarrollo positivo de la profundidad de las arrugas y la firmeza de la piel. O sea, que sí funcionan. En el estudio se usaron varias, entre ellas Nivea cellular Anti Age Day Care y Lancome Hydra Zen Neurocalm. Una cuesta unos 12 euros y la otra 50. ¿Cuál fue mejor? Los investigadores no se atreven a dar una marca como ganadora, lo cuál es una buena noticia porque siendo así, está claro cuál elegiría un servidor…

Inyecciones de ácido hialurónico.
Lógicamente, a través de la inyección directa en la arruga, el resultado es mucho más obvio puesto que dicho ácido rellena la arruga al momento y, en tres o cuatro días, una vez que te baje la poca inflamación que te produce la aplicación, podrás ver el resultado directamente. Recuerda que el ácido hialurónico es un «relleno».

Zonas para el bótox y zonas para el ácido hialurónico.
El botox está más indicado para atenuar las arrugas de la frente, el entrecejo y las patas de gallo. Aunque también puede aportar algo de luz a la mirada al aplicarlo a las cejas, eso sí, a costa de perder un poquito de expresión.
Los usos del ácido hialurónico son parecidos. Al ser un tratamiento de relleno permite atenuar las arrugas del rostro y rellenar otras zonas, como los labios. Está especialmente indicado para eliminar las patas de gallo, por ejemplo. La piel alrededor de los ojos, al ser tan fina, responde muy bien y con muy poquita cantidad, dato importante al tener en cuenta que nos cobran por viales usados.
¿Qué más me cuentas de estos tratamientos?
Lo bueno es que no son excesivamente caros y que se hacen rápidamente. Entre 15 y 45 minutos. Y tampoco es que duelan, apenas un pinchazo leve. Ten presente otra ventaja: no se usa anestesia y en caso de usarse, se aplica de forma tópica o muy local. Como he comentado antes, los resultados serán visibles, con ambos tratamientos, a partir de los dos o tres días de someterse al procedimiento. La durabilidad del bótox suele ser de entre 4 y 6 meses, por lo que será recomendable repetirlo dos veces al año, más o menos. El ácido hialurónico dura también, entre seis meses y un año. O sea, si te gustan los resultados tendrás que repetir en ambos casos.
Resumiendo ¿botox o ácido hialurónico?
No es que uno sea mejor que el otro, es que ambos hacen cosas parecidas pero no iguales.

El bótox paraliza la musculatura y evita las arrugas producidas por dichos movimientos. En cambio, el ácido hialurónico funciona con la inyección de la sustancia, por lo que rellena la arruga.
El bótox suele emplearse en el tercio superior de la cara y el ácido hialurónico en el tercio inferior.
La toxina botulínica se aplica en los músculos faciales que queremos relajar y el ácido hialurónico directamente en la arruga.
El ácido hialurónico es una sustancia natural que produce nuestro cuerpo, por lo que es totalmente inofensiva. El bótox, en cambio, es una sustancia externa.

Eso sí, ambas sustancias tienen muchas similitudes. Ambas tienen un efecto rejuvenecedor, por lo que pueden aplicarse incluso conjuntamente, para mejorar los resultados, y ambas se reabsorben en un plazo similar de tiempo.
Espero que te haya gustado, si es así, comparte. ¡Seguro que a más amigos les puede interesar!
Con información de los doctores Castro, Moreno, Von J. Poetschke, H. Chwaiger, T. Ruzicka y G. G. Gauglitz. Declaro que no tengo vinculación alguna con las marcas comerciales mencionadas. Que quede clarito. 🙂
Manel dice
Aunque lo que me gusta es la medicina de curar y no la de ponerse más guapo/a, sorprende como se puede usar algo a priori perjudicial para, de hecho, lograr una mejora para el paciente.
Como siempre, muy chulo el artículo, Óscar!
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Óscar Parra dice
¡Bueno, ya sabes o te lo contarán en breve, que el principal lema de la medicina debe ser: «Lo primero, no dañar» (primum non nocere)! Así pues, bienvenido todo lo que sea ayudar. Y sí, amigo Manel, es increíble como somos capaces de sacar algo bueno de un horror con el botulismo. Desgraciadamente también funcionamos de maravilla al revés; de algo bueno sacar algo malo. ¡Gracias por comentar, siempre eres bienvenido!
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