Hoy os vengo a contar algo muy serio. Hablaremos del cannabis, o sea, hachís y marihuana para entendernos. La semana pasada, el profesor de genética molecular, el eminente doctor Alfonso Martínez-Conde, nos habló del asunto y lo que nos contó me pareció demoledor.
¿Se corren riesgos al consumir cannabis?
En general la gente habla del tema con una ligereza asombrosa. O tal vez sea que, ahora, con el auge de las redes sociales y la posibilidad de que cualquiera pueda contarle al mundo su opinión, se pueden encontrar verdaderas barbaridades sobre el tema del consumo de cannabis. En mi juventud, naturalmente, varios de mis amigos fueron consumidores de cannabis. De hecho he contemplado escenas que, si me las contasen, no las creería: un amiguete tumbándose a las cinco o seis de la madrugada en un paso de cebra de la calle Princesa de Madrid (una gran avenida del centro, para los que no conozcáis Madrid). Pues este amigo, porque la verdad es que sigue siendo amigo (sobrevivió), cuando le requeríamos a gritos que se quitase de ahí, él contestaba que no nos preocupásemos, que él era un dummy y no le podía ocurrir nada…

En fin… Por no alargar mucho el asunto lo voy a decir ya: sí, el consumo de cannabis connota graves riesgos para la salud. Concretamente provoca psicosis y esquizofrenia. El profesor afirmó que hasta el 50% de las esquizofrenias diagnosticadas tienen como base el consumo de cannabis por el paciente.
¿Cómo se consume el cannabis?
Esta plantita se consume o bien fumada o bien inhalada: la forma habitual de consumo de cannabis es fumado, mezclado con tabaco (hachís) o sin nada (marihuana) en forma de cigarrillo , llamado porro, canuto, petardo… También se puede fumar en pipas cortas y con cazueleta ancha llamada hachicheros.
Pero, ¿hay estudios serios sobre las consecuencias de consumir cannabis?
Pubmed es, posiblemente, la mejor base de datos a nivel mundial para médicos. Pues bien, una simple búsqueda sobre los peligros del cannabis y su relación con la esquizofrenia arroja más de 1300 estudios. Vamos a hablar de algunos que me han parecido interesantes.
El primer estudio que demostró una asociación entre el consumo de cannabis y la esquizofrenia, años después de consumirla, se realizó en reclutas jóvenes del ejército sueco y fue publicado en 1987 por los investigadores Andreasson et al. Los autores encontraron que el consumo de cannabis a los 18 años (basta con consumirlo una vez por semana durante un año) llevó a un aumento de seis veces el riesgo de esquizofrenia 15 años después.
Este estudio también reveló que el consumo temprano de cannabis (es decir, a los 15 años) aumentó aún más el riesgo de desarrollar síntomas esquizofrénicos a los 26 años. En este caso el riesgo de padecer esquizofrenia se disparaba a 24 veces más que una persona que no haya consumido. En 2002, otro equipo de investigadores, (Arseneault et al.) concluyó que ese riesgo de esquizofrenia se mantenía incluso en pacientes que se habían tratado contra la psicosis temporal provocada por el cannabis. En la actualidad, durante el pasado año 2018 se publicaron 13 estudios que han demostrado, de manera sistemática, que el uso de cannabis aumenta el riesgo de psicosis y, de un modo idéntico el de la esquizofrenia (Murray et al, 2017).
Y por si fuera poco…
Los estudios epidemiológicos han demostrado que el consumo de cannabis se asocia con un riesgo de déficits cognitivos persistentes. Estos riesgos están modulados por la dosis y la duración del uso, además de la edad de uso y los factores genéticos, incluida la predisposición genética. Los estudios experimentales en humanos sanos mostraron que el cannabis y su principal componente psicoactivo, el delta-9-tetrahidrocannabinol (THC), son capaces de producir síntomas psicóticos transitorios, dependientes de la dosis, así como problemas cognitivos.
Los estudios en roedores han confirmado estos efectos y han demostrado que la exposición al cannabis en los adolescentes produce cambios estructurales en el cerebro y su plasticidad sináptica (que es la capacidad de nuestras neuronas para adaptarse a los cambios), resulta dañada. Dichos daños afectan de manera crítica a funciones cerebrales superiores. El THC del cannabis, podrían alterar la maduración del cerebro y causar cambios duraderos que persisten en el cerebro adulto.
Síndrome psicótico inducido por el cannabis.
El síndrome psicótico inducido por el cannabis se diagnostica como psicosis inducida por el cannabis (cuando los síntomas retroceden rápidamente después de la abstinencia) o esquizofrenia, cuando los síntomas persisten. Esta condición crónica requiere medicamentos antipsicóticos durante largos períodos (mínimo 2 años), aunque en la mayoría de pacientes la medicación debe administrarse durante décadas, si no toda la vida. Ojo porque hay algo que quiero destacar: el 40-50% de los pacientes a los que se les diagnostica psicosis inducida por cannabis (que se suele pasar con la abstinencia), finalmente serán diagnosticados con esquizofrenia en un plazo de 3 años (Arendt et al, 2005).
En definitiva, queda demostrado científicamente que el cannabis es ideal para inducir síntomas psicóticos crónicos y persistentes.
Ahí lo dejo.
Otros peligros…
Y ojo, no solo la esquizofrenia está al acecho. Podría darse también el caso de que te pasaras de listo y estos señores de verde de la fotografía (bueno, u otros parecidos) te hicieran una visita. No es tan malo como la esquizofrenia, pero igual te pasas tres años en la cárcel y al salir te esperan casi ochenta mil euros de multa. Vamos, que son todo ventajas… ¡Hasta te puedes convertir en dummy!

GIORGIO 365 dice
Hola que buena información, pero sin embrago tengo una duda, también tengo amigos que consumen cannabis, y éstos al parecer su capacidad cognitiva es bastante elevado, el cannabis tiene algo que ver con este hecho..??
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Óscar Parra dice
En absoluto. En todo caso corren el riesgo de que empeore muy seriamente. Gracias por comentar.
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