La verdad es que no me gusta llamarlos efectos secundarios, son reacciones adversas. Y sí, es normal que ocurran, porque es el signo de que tu organismo está generando protección. ¡Es como decía la profesora Lydia Grant de la serie Fama! ¡La fama cuesta y aquí es donde vais a empezar a pagar!
Lo cierto es que estos efectos adversos pueden afectar un poquito a tu capacidad de realizar actividades diarias, pero deberían desaparecer al cabo de pocos días.
También es verdad que algunas personas no sufren efectos secundarios, como mis amigos Jesús Lozano y Fermín Cabrera, pero vamos, que lo normal es tener los siguientes:
Los más comunes.
En el brazo donde recibes la vacuna:
- Dolor, enrojecimiento y algo de hinchazón.
- Inflamación, erupción o enrojecimiento tardíos en el lugar de la inyección.
En el resto del cuerpo:
- Cansancio, fatiga.
- Dolor de cabeza.
- Dolor muscular.
- Escalofríos.
- Fiebre.
- Dolor en articulaciones.
- Náuseas.
- Inflamación de los ganglios linfáticos (generalmente se manifiesta como un bulto en la axila o por encima de la clavícula).
De todos esos yo tuve dolor en la zona del pinchazo, algo de cansancio, dolor en articulaciones y un poco de fiebre, bueno ni eso, fue febrícula (37,4ºC).
Consejos útiles.
Puedes tomarte un Paracetamol o un Ibuprofeno, después de la vacuna para aliviar los efectos secundarios, siempre y cuando puedas tomarlos. Eso sí, no lo tomes antes del pinchazo, no conviene enmascarar cualquier reacción rara que puedas tener. También puedes reducir el dolor y las molestias en el brazo aplicando un paño limpio, frío y húmedo sobre el área.
Para la fiebre bebe mucho líquido, usa ropa ligera y tómate algún antipirético como Aspirina, Paracetamol, Nolotil o Ibuprofeno, el que uses normalmente.
¿Cuándo llamar al médico?
Si ves que el enrojecimiento o el dolor en el lugar del pinchazo empeora transcurridas 48 horas, llama al médico. O si los efectos adversos no desaparecen al acabo de un par de días. Pero ya te digo, que es muy poco probable que esto ocurra.
Un chiste.
Te voy a contar un chiste que me ha hecho mucha gracia.
-Médico: Señora, de verdad que no puedo quitarle 30 años de encima ni con Botox ni con hialurónico ni con nada.
-Paciente: ¡Pues vaya mierda de médico de estética! ¿No tiene algún conocido que sí sea capaz?
-Médico: Sí, tenga, llame a Alfredo.
-Paciente: ¿Lo ve? Siempre hay alguien. ¿A qué hora puedo llamar al doctor Alfredo?
-Médico: Alfredo no es médico; tiene una imprenta. Ahí le puede falsificar su partida de nacimiento…
PD: Por cierto, ¡ahora me ha apetecido escuchar la canción aquella de Fama!