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DEL CINE AL HOSPITAL

Blog de un estudiante de Medicina. Un cineasta entre batas blancas.

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La crucifixión de Jesús. ¿Qué nos cuenta la Medicina?

7 abril, 2017 escrito por Óscar Parra 3 comentarios

Pocas muertes habrá más conocidas en la Historia de la Humanidad que la crucifixión de Jesús de Nazaret.

La semana próxima, los creyentes, celebraremos la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor. Los no creyentes, simplemente se irán de vacaciones, que también está muy bien.

Pero, ¿qué nos dice la Medicina sobre el tormento que sufrió Jesús de Nazaret?

Muchas cosas y ninguna buena. Comenzamos en la noche de Jueves Santo. Jesús lleva a cabo una cena ritual con sus amigos, una cena de despedida. En principio este evento le debió suponer un importante estrés emocional, lo que pudo conllevar un aumento de la presión arterial.

Fotograma de mi película LA ESPINA DE DIOS.
Fotograma de mi película LA ESPINA DE DIOS.

Durante la cena, al parecer, se consumió apio especiado con vinagre y miel, algo de cordero, pan ácimo (sin levadura) y vino. La ingesta calórica no fue muy grande teniendo en cuenta los acontecimientos que iba a sufrir Jesús en las horas posteriores.

Tras la cena sabemos que se dirigió al Huerto de los Olivos (Getsemaní). Aquí las cosas se empiezan a poner interesantes.

Hematidrosis: sudando sangre.

Jesús, debido al extremo sufrimiento emocional, sufre un proceso de hematidrosis o hemohidrosis, o lo que es lo mismo, sudó sangre. Aunque en realidad no fue sangre estrictamente hablando. El intenso estrés soportado por Jesús hizo que aumentase mucho su presión arterial. Esto provocó una fuerte vasoconstricción α-1 cutánea y abdominal, o lo que es lo mismo, un chorro de adrenalina.
Al subir la tensión, se activó en su organismo una descarga simpática colinérgica vasodilatadora que provocó una gran sudoración (para perder volumen y así disminuir la presión). En ese momento, toda la sangre que había sido expulsada del intestino y de la superficie cutánea se dirigió a donde hay vasodilatación, a las glándulas sudoríparas. El tejido no soporta la presión y la sangre se extravasa saliendo al exterior en el sudor. Para colmo la piel queda en un estado de máxima sensibilidad. Existen pocos casos documentados de hematidrosis. En la Primera Guerra Mundial se han descrito casos de soldados que, enfrentados a su inminente fusilamiento, la padecieron.

Jesús, sufriendo hematidrosis. Fotograma de mi película LA ESPINA DE DIOS.
Jesús, sufriendo hematidrosis. Fotograma de mi película LA ESPINA DE DIOS.

Poco después Jesús es apresado y tras una serie de vejaciones se le condena a ser flagelado.

La flagelación.

La flagelación romana constaba de un número indeterminado de golpes dados con  un flagrum. A Jesús se le desnudó la parte superior del cuerpo, se le ató a un pilar no muy alto, con la espalda encorvada, de modo que al descargar sobre esta los golpes no se perdiese fuerza.
El instrumento usual era un látigo corto (flagrum o flagellum) con varias cuerdas o correas de cuero, a las cuales se ataban pequeñas bolas de hierro o trocitos de huesos de ovejas. Cuando los soldados azotaban repetidamente y con todas sus fuerzas las espaldas de su víctima, las bolas de hierro causaban profundas contusiones y hematomas. Las cuerdas de cuero con los huesos de oveja, desgarraban la piel y el tejido celular subcutáneo.

Al continuar los azotes, las laceraciones cortaban hasta los músculos, principalmente los músculos trapecio, dorsales anchos, romboides y serratos,  produciendo tiras sangrientas de carne desgarrada. Este castigo produjo una importante pérdida de líquidos (sangre y plasma). No olvidemos que la hematidrosis había dejado la piel muy sensible en Jesús.

La crucifixión

Como era costumbre, Jesús cargó la cruz hasta el lugar de la crucifixión. Se sabe que la cruz completa pesaba más de 140 kilos, por lo que es evidente que él solo llevo el patíbulo (el palo horizontal) que pesaba unos 40 kilos. Con agotamiento extremo y debilitado, tuvo que caminar un poco mas de medio kilómetro (entre 600 y 650 metros) para llegar al lugar del suplicio. El nombre en arameo es Golgotha, que significa “lugar de la calavera”, ya que era una protuberancia rocosa, que tenia cierta semejanza con un cráneo humano.

Instantánea tomada en el auténtico Gólgota, en Jerusalén.
Instantánea tomada por Gemita en el auténtico Gólgota, en Jerusalén.

Antes de comenzar la tortura de la crucifixión, era costumbre dar una bebida narcótica (vino, con mirra, e incienso) a los condenados; con el fin de mitigar un poco sus dolores. Cuando presentaron a Jesús este brebaje, no quiso beberlo. ¡Quiso sufrir en toda su extensión!

Clavado por las muñecas, no por las manos.

Con los brazos extendidos, pero no tensos, las muñecas eran clavadas en el patíbulo. De esta forma, los clavos de un centímetro de diámetro en su cabeza y de 13 a 18 centímetros de largo, eran puestos entre el radio y los metacarpianos, o entre las dos hileras de huesos carpianos, ya sea cerca o a través de la retinacula flexora y los varios ligamentos intercarpales. En estos lugares aseguraban el cuerpo.

Estudiante de Medicina. Clavos en la crucifixión de Jesús.
Clavos en la crucifixión de Jesús.

El colocar los clavos en las manos hacia que se desgarraran fácilmente puesto que no tenían un soporte óseo importante. De ahí que todos los crucifijos, o la mayoría, estén equivocados. No, a Jesús no lo clavaron por las manos, fue por las muñecas.

Eso le produjo una herida alrededor del hueso muy dolorosa. Al igual que la lesión de vasos arteriales, la mayor parte de ellos, ramas de la arteria radial o ulnar. El clavo penetrado destruía el nervio sensorial motor, o bien comprometía el nervio mediano, radial o el nervio ulnar. La afección de cualquiera de estos nervios produjo tremendas descargas de dolor en ambos brazos. El empalamiento de varios ligamentos provocó fuertes contracciones en la manos. Particularmente, si se dañó el flexor largo del pulgar, hizo que éste se plegara hacia el  interior de la palma de la mano. ¿Tal vez por eso la imagen de la reliquia conocida como Sábana Santa de Turín carece de dedo pulgar?

Aquí se observa la posición de los clavos en la crucifixión de Jesús. Fotograma de mi película LA ESPINA DE DIOS. Estudiante de Medicina.
Aquí se observa la posición de los clavos en la crucifixión de Jesús. Fotograma de mi película LA ESPINA DE DIOS.

¿Y los pies?

Los pies eran fijados al frente del estípete por medio de un clavo de hierro, clavado a través del primero o segundo espacio intermetatarsiano. Naturalmente esto implicó la sección o casi sección de algún nervio interdigital además de afectar al nervio profundo peroneo y a las ramificaciones de los nervios medianos y laterales de la planta del pie.

¿Se clavaron ambos pies con un solo clavo o se empleó un clavo para cada pie? Esta es una cuestión controvertida. Lo más probable es que cada uno de los pies de Jesús se fijara a la cruz con un clavo distinto. San Cipriano que, más de una vez había presenciado crucifixiones, habla en plural de los clavos que traspasaban los pies. San Ambrosio, San Agustín y otros mencionan expresamente los cuatro clavos que se emplearon para crucificar a Jesús.

A pesar de que se crucificaron a miles de personas, solamente se ha encontrado un esqueleto con signos de haber sufrido este suplicio. Un tal Yehohanan (Juan), fue hallado en el cementerio de Givat HaMivtar. Este muchacho, de unos 25 años, murió en el siglo I. Es decir, fue contemporáneo de Jesús de Nazaret.

En la fotografía podéis ver el hueso del talón (calcáneo) del pie atravesado por un clavo (el de la derecha de vuestra pantalla). Al parecer a este pobre desgraciado no pudieron ni desclavarlo del olivo en que fue crucificado y se decidió cortar el árbol y enterrarle con el pie aún clavado.

Yehohanan, el único crucificado del siglo I que ha llegado a nuestros días.
Yehohanan, el único crucificado del siglo I que ha llegado a nuestros días.

De todas las muertes la de la cruz era la más inhumana, suplicio infamante, que en el imperio romano se reservaba a los esclavos (servile suppliciun)

Y finalmente, ¿de qué murió Jesús?

El efecto principal de la crucifixión, aparte del tremendo dolor, era la imposibilidad de llevar a cabo una respiración normal. Particularmente el problema está en exhalar el aire de los pulmones.

El peso del cuerpo, tirando hacia abajo  mientras Jesús colgaba por los brazos y hombros extendidos, hacía que sus músculos intercostales le mantuvieran en estado de inhalación. Es decir, es como si coges aire y mantienes los brazos en cruz, ligeramente por encima de tu cabeza. Notarás que te cuesta soltarlo, exhalar el aire.

De esta manera, la exhalación de Jesús era diafragmática, y la respiración muy leve. Probablemente con una respiración tan leve pronto se produciría un envenamiento por hipercarbia (exceso de ácido carbónico en sangre), lo que le produciría acidosis respiratoria. Esta rápida acidosis le produjo a Jesús los siguientes síntomas: Confusión, agotamiento, letargo, dificultad para respirar y somnolencia.

El desarrollo de calambres musculares o contracciones tetánicas (producidas por una contracción mantenida), debido a la fatiga y la hipercarbia, afectarían aun más la respiración.

Jesús, para poder soltar el aire tenía que incorporar el cuerpo empujándolo hacia arriba con los pies, apoyándose en los clavos y al mismo tiempo flexionando los codos. Obviamente esta maniobra colocaría el peso total del cuerpo en los tarsales y causaría un tremendo dolor. Más aun, la flexión de los codos causaría rotación en las muñecas en torno a los clavos de hierro, y provocaría un enorme dolor a través de los nervios lacerados.
El levantar el cuerpo, este rasparía dolorosamente las espaldas contra el estípite. Los calambre musculares y la parestesia (sensación o anormal de cosquilleo, calor o frío que se experimenta en la piel) de los brazos abiertos y doblados se agregarían al malestar. Como resultado de esto, cada esfuerzo de respiración se volvería agonizante y fatigoso, y eventualmente llevarían a la asfixia.

La causa real de la muerte por crucifixión de Jesús fue debida a múltiples factores. La más probable debió ser una mezcla de shock hipovolémico (por pérdida de sangre) y asfixia por agotamiento.

 


Fuentes: http://www.fluvium.org
Anatomía de una Crucifixión

Sección: CINE, Divulgación médica, Mi Diario, Primero de Medicina Aquí se habla de: anatomía, cine, crucifixión, estrés, forense, Gemita, Jesús de Nazaret, medicina legal, tortura

Catalepsia: El terror de ser enterrado con vida.

5 abril, 2017 escrito por Óscar Parra Deja un comentario

Es uno de los terrores ancestrales. Ser enterrado en vida. En el siglo XIX, en pleno Romanticismo, fue uno de los temas de moda. Y ocurría.
Hay que tener en cuenta que los límites entre la vida y la muerte son, en ocasiones, difusos. Incluso hoy en día, con la tecnología a nuestro alcance, un electroencefalograma tampoco ofrece una fiabilidad completa, pero casi…

Así las cosas, ¿qué es la catalepsia?

Empezaremos diciendo que no se considera una enfermedad, es un síntoma de otro tipo de trastorno. Podría darse con el Parkinson, la epilepsia, la esquizofrenia y, ojo, por el consumo de cocaína. También se han encontrado evidencias de que el uso de Haloperidol (un medicamento anticonvulsivo y antipsicótico) y la Ketamina (un anestésico) pueden provocarlo.

La novia enterrada viva, del pintor romántico Eduardo Cano de la Peña.
La novia enterrada viva, del pintor romántico Eduardo Cano de la Peña.

La catalepsia se caracteriza por la falta de respuesta a estímulos externos. Los síntomas son muy similares a los de la muerte ya que el pulso y la respiración permanecen casi imperceptibles y además el cuerpo toma una acentuada palidez lo cual tampoco ayuda demasiado, claro. Hay casos en los que la persona que sufre este ataque de catalepsia es consciente de todo lo que acontece a su alrededor y, simplemente, no puede moverse ni hablar. El estado de catalepsia o muerte aparente puede durar minutos, horas o días. Visto así, ¡qué horror!

Pero esto de la catalepsia, ¿podría ocurrir hoy en día? 

Podría. Aunque es difícil.
Podría en situaciones en las que la «muerte» se produjera fuera de los cauces sanitarios «normales». Me explico.
Sufres un ataque de catalepsia y te coge de viaje en un país cuya asistencia sanitaria no sea la idónea. Te declaran muerto, te entierran y… SOR-PRE-SA.
Pero en realidad, aquí, en España, es muy poco probable. Hoy en día mueren al año en nuestro país unas 180.000 personas en hospitales y unos 8.000 en su casa. En TODOS los casos es necesario que un médico certifique la muerte. De acuerdo, no en todos los casos se hace un electroencefalograma pero sí se llevan a cabo otros procedimientos para certificar el óbito.
En otras palabras, en España no vale eso de «se ha muerto la abuela, llamad a la funeraria». No, aquí tiene que certificar un médico la muerte. Por cierto, el certificado médico hay que comprarlo y se vende en farmacias.

Un aterrador cuadro del pintor romántico Antoine Wiertz
Un aterrador cuadro del pintor romántico Antoine Wiertz

 

 

 

 

La catalepsia en el mundo.

¿Y fuera de aquí? Hay algunos datos, escasos, sobre el asunto.

  • En 2012 en Brasil un niño de cinco años se despertó en su velatorio, pidió un vaso de agua y se volvió a tumbar y a morir, como se puede leer aquí. Los padres denunciaron a los médicos por mala praxis.
  • Un año antes, en 2011, en Sudáfrica, un hombre se despertó dando voces dentro de la cámara frigorífica del tanatorio. Simplemente la familia creyó que había muerto y sin certificación médica alguna, avisaron a la funeraria. Lo puedes leer aquí. 
  • En Yemen, en Junio de 2012, otro caballero se despertó en la tumba a punto de ser enterrado. Dio una fiesta como puedes leer aquí .
  • En Venezuela, en el año 2007 y tras sufrir un accidente de tráfico, se dio por muerto a otro hombre que despertó en su propia autopsia. Salvó la vida, como curiosidad, alguien le había robado los 600 mil bolívares que llevaba encima, la cadena de nacimiento y hasta el anillo de matrimonio.
  • De nuevo en 2012 (debió ser el año de las resurrecciones), en China, una señora de 95 años se despertó durante su velatorio y se lió a hacer la comida. Aquí lo cuentan muy bien.
  • Finalmente en Rusia, otra mujer de 49 años se despertó en su velatorio. La llevaron al hospital donde murió definitivamente.

Pues visto así parece que sí se da, ¿verdad? Pero no, porque lo cierto es que ninguno de estos casos tiene aspecto de estar relacionado con la temida catalepsia.
En la mayor parte de los casos se trata de errores en la cadena de decisiones que se tomaron tras el aparente deceso de la persona. Es decir, a excepción del pobre niño de Brasil y tal vez el caballero venezolano, el resto ocurrió porque la familia decidió que su allegado estaba muerto y, ni cortos ni perezosos, llamaron a la funeraria y aquí paz y después Gloria, nunca mejor dicho.

Así pues si tras leer el artículo sigues con miedo a ser enterrado vivo siempre te queda la alternativa de adquirir un ataúd con alarma, como estos que se ofertan en Chile…

Sección: Divulgación médica Aquí se habla de: catalepsia, cocaína, esquizofrenia, haloperidol, muerte aparente, Parkinson, psiquiatría

A los muertos, ¿les crecen las uñas y el pelo?

5 abril, 2017 escrito por Óscar Parra Deja un comentario

Así, para quitarte la duda pronto te diré que NO.

La muerte nos asusta y nos fascina a partes iguales, de ahí que a todos nos guste conocer detalles de algo por lo que, tarde o temprano, todos vamos a pasar.
Seguro que lo has escuchado alguna vez pero no es cierto como voy a tratar de explicar en este artículo; el pelo y las uñas de una persona muerta no siguen creciendo durante unos días después de la muerte. [Leer más…] acerca de A los muertos, ¿les crecen las uñas y el pelo?

Sección: Divulgación médica Aquí se habla de: muerte, piel, tanatología, uñas

La Bella y la Bestia desde el punto de vista de la Medicina.

3 abril, 2017 escrito por Óscar Parra Deja un comentario

Este pasado fin de semana he acudido a ver la película «La bella y la bestia», una vez en castellano (3D) y otra en inglés (2D). Salí fascinado.
Es cierto que tiene un toque de oscuridad que, tal vez, no la haga ideal para niños muy pequeños, pero también es verdad que Disney ha hilado fino para no llegar a asustar.
Ambientada en la Francia del siglo XVI, descubrimos detalles interesantes, como el destino de la madre de Bella, algo que tiene mucho que ver con esta imagen que podéis contemplar aquí debajo y que no aclaro para no estropearle a nadie la película.

Fotograma de La bella y la bestia
Fotograma de La bella y la bestia

La historia, de sobra conocida, se ha rodado con un gusto por el detalle verdaderamente exquisito.
El director Bill Condon ha hecho un trabajo soberbio, a excepción de algún paneo de cámara que le ha quedado regular, pero en fin, no todo iba a ser perfecto.

La Bella y la Bestia: Técnicamente, casi irreprochable.

Interiores y exteriores se han filmado en Inglaterra con la estupenda Arri Alexa XT Plus armada con lentes Leica Summilux-C. Concretamente en Londres y Surrey (Estudios Shepperton), y no ha sido casual. Todo director artístico conoce la fama mundial de los artistas británicos en el arte de confeccionar decorados. Y aquí, os lo aseguro, se han esmerado.

El uso del color, del CGI, de los efectos visuales, del sonido, de la música, ¡qué banda sonora, Dios mío!, convierten a esta película en un clásico instantáneo, una obra de arte que perdurará en la retina y el recuerdo de los espectadores durante generaciones.
Hoy, diecisiete días después de su estreno, lleva recaudados 876,259,842 dólares en todo el mundo.

De un tiempo a esta parte vengo manteniendo la idea de que, el cine, tal y como lo conocemos, desaparecerá. Cada vez habrá menos espacio para películas pequeñas, las grandes multinacionales acabarán fagocitando todas las salas (ya lo hacen), pero, ¿sabéis? Si es para películas como esta, bienvenido sea ese final pronosticado…
Ha costado 260 millones de dólares, o lo que es lo mismo, con esa cantidad en España haríamos unas ciento treinta películas, pero como diría mi amigo José Agustín Durán, a ver si no va a cagar más un buey que cien palomas.

 

Y ahora vamos con la Medicina en La bella y la bestia…

Parece ser que la historia podría estar basada en un hecho real acontecido en Francia bajo el reinado de Enrique II.
Se sabe que un español, Pedro González, natural de las Islas Canarias, residente en Francia, era considerado «una bestia».
El muchacho tenía el cuerpo y el rostro cubiertos de pelo. Hoy sabemos que aquel pobre hombre padecía una condición genética hereditaria llamada hipertricosis o “síndrome del hombre lobo”. Conocemos que esta enfermedad está directamente relacionada con una mutación en el cromosoma número X. En el mundo se han conocido unos 50 casos en los últimos cinco siglos. No existe tratamiento posible más allá del rasurado que proporciona un alivio temporal.

Nuestros "Bella y Bestia" originales.
Nuestros «Bella y Bestia» originales.

Volviendo a don Pedro González, la cuestión es que finalmente también tuvo su «Bella». Una dama de la corte, amiga de la reina consorte de Francia, Catalina de Médici. La dama, llamada Catherine, se enamoró de nuestra «bestia» y la pareja contrajo matrimonio en 1573.

Se sabe que estuvieron 40 años casados. Es obvio que doña Catherine entendió que la belleza está en el corazón. Y casi 500 años después Disney nos lo recuerda en el inolvidable tema central de «Bella y Bestia».

Eso sí, no se tiene conocimiento de que el señor González mutase en un bello príncipe de ojos claros; eso se lo debemos a la compañía creadora de Mickey Mouse.

Sección: Divulgación médica, Mi Diario Aquí se habla de: Beauty and the Beast, Bella y Bestia, cine y medicina, Gemita, hipertricosis

Chicos, nos toca. Pronto, la píldora masculina.

29 marzo, 2017 escrito por Óscar Parra Deja un comentario

Pues parece que ya va en serio, y me alegro. La cosa viene de Japón. 
Científicos de la Universidad de Osaka (Japón) han conseguido en ratones que, mediante el uso de inmunosupresores, el esperma de los animales sea incapaz de fecundar un óvulo.
Esto se ha logrado gracias a la desactivación de uno de los dos genes de una proteína que se encuentra en el esperma. Y es reversible, es decir, a la semana los ratones vuelven a tener su esperma a tope. [Leer más…] acerca de Chicos, nos toca. Pronto, la píldora masculina.

Sección: Divulgación médica Aquí se habla de: píldora masculia, urología

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«Sólo el médico y el dramaturgo gozan del raro privilegio de cobrar las desazones que nos dan».
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