El colágeno, esa proteína con función estructural que nos va a salvar de la vejez, cremas con colágeno, pastillas y polvos de colágeno.
¿Y qué hay de verdad en todo esto?
Las auténticas fuentes de colágeno.
Dejando aparte los obvios intereses comerciales (qué te van a contar en las webs que venden colágeno, ¿qué no funciona?), os adelanto que las principales fuentes de colágeno son la carne de cerdo, pollo, ternera o pescado, pero sobre todo la casquería: pies de cerdo, callos, patas de gallina… Si eres una persona delicadita puedes tomar los típicos postres de gelatina o grenetina, no es lo mismo, pero tampoco está mal.
De este modo podemos deducir que si tomamos casquería o suplementos de colágeno lo estaremos incorporando al organismo, y es cierto, se incorporan y luego se degradan en aminoácidos que pueden ir a parar a tu piel o no. Eso ya no le decides tú, pero en fin, daño no te hará.
Entonces, ¿las cremas con colágeno? Bueno, vamos a ver…
El colágeno es una proteína que está presente en el 80% de nuestra piel y es una de las principales responsables de que luzca joven, tersa y bonita. Visto así cabría pensar que las cremas con colágeno son estupendas pero… Resulta que la molécula de colágeno es demasiado grande para penetrar en la piel así pues si te la aplicas de forma tópica, simplemente no traspasa la epidermis, se te queda encima y se acabó; en otras palabras, NO HACE NADA, pensar que una molécula de colágeno puede llegar a la dermis es pensar que se puede atravesar el atlántico en piragua.

¿Entonces, qué crema anti-edad es recomendable?
En 2013, Annals of Internal Medicine realizó una investigación con voluntarios durante cuatro años.
Los resultados fueron espectaculares y la conclusión del estudio sugiere que el uso diario de protectores solares ralentiza la aparición de signos de envejecimiento (arrugas, manchas, sequedad, tirantez…).
¿Protección sola de cuánto? Al menos factor 15 y con protección contra los UVA y los UVB, bueno claro, y tener la fuerza de voluntad de aplicártela llueva, nieve, haga calor o no.
Para esa investigación el grupo de estudio debía aplicarse diariamente una protección solar factor 15 que filtra el 92% de la radiación UVB (aunque los responsables del fotoenvejecimiento son los rayos UVA) en las partes visibles de la piel (rostro, manos, cuello).
Antes de comenzar el estudio se hicieron moldes de silicona del estado de su piel, después de los cuatro años comprobaron que, quienes habían usado protección solar presentaban un 24 % menos de los signos de envejecimiento más severos, piel más elástica y resistente a arrugas.
Según la Annals of Internal Medicine, “Las marcas en las capas superficiales de la piel reflejan la severidad de los daños del sol en las capas más profundas de la piel, especialmente en la elastina y el colágeno”.
Así que ya lo sabéis, cualquier crema solar con factor de protección 15 os va a regalar casi un 25% de juventud, no está mal, ¿verdad?. Y no, no llevan colágeno…
Si aún así buscas la mejor crema anti-edad, estás de suerte, sí. Existe una que, al menos ha sido comprobada con estudios científicos serios. Echa un vistazo aquí.