¿Cuántas personas conoces adictas a la frasecita «muero de amor»? Como casi todas las modas, a fuerza de usarla demasiado, ha perdido su significado más romántico (si es que tiene algo de romántico el hecho de morirse).
¿Se puede morir de amor?
En sentido estricto, sí. O de pasión más bien. Hay que decir que es muy poco probable. Pero ha ocurrido. Y obviamente, volverá a ocurrir. Existen casos documentados de muerte por chupetones. Sí, sí, esas «divertidas» marcas de amor adolescente (y no tan adolescente, como vemos en la parejita de la fotografía). Todos sabemos que hay muchas personas para las que, el cuello, es una de sus principales zonas erógenas. Hasta ahí ningún inconveniente. Cada uno que se excite con lo que quiera. El problema viene cuando, en un arrebato de amor, decidimos hacerle una marquita a nuestra pareja en el cuello. O pedimos que nos la hagan a nosotros.

El famoso chupetón.
Los investigadores daneses Olsen S, Damhave LR, Kondziella D, y Wojtek P. han publicado el caso de una mujer de 35 años de edad que experimentó una repentina debilidad y parálisis en su lado derecho debido a un accidente cerebrovascular de la arteria cerebral media izquierda. El hecho ocurrió doce horas después de que su pareja le hiciese un chupetón en el lado izquierdo del cuello. La ecografía mostró una oclusión casi total de la arteria carótida interna izquierda y una angiografía reveló un trombo en el mismo lugar.
No es un caso único. En Nueva Zelanda otra mujer de 44 años experimentó una pérdida de movimiento en su brazo izquierdo. Alarmada se fue al servicio de urgencias del Hospital Middlemore en Auckland. Una vez allí, los médicos que diagnosticaron un accidente cerebrovascular leve, la trataron con warfarina (un anticoagulante), y poco a poco la buena señora se recuperó. Cuando los médicos buscaban la causa del accidente cerebrovascular se quedaron de piedra al descubrir un pequeño hematoma en el lado derecho del cuello cerca de la arteria carótida. Vamos, que tenía un chupetón o chupón, que de las dos manera lo he escuchado. Al parecer se lo había hecho su pareja unos días antes. De no haber acudido al hospital, y sin la ayuda del anticoagulante, podría haber sido mucho peor.
¿Peor que un accidente cerebrovascular?
Sí, puede ser peor. Está documentado. Un adolescente de 17 años falleció en 2016 tras recibir un cariñoso chupetón de su novia. El muchacho, que se llamaba Julio Macías González, comenzó a convulsionar mientras cenaba en casa de sus padres en Ciudad de México. Cuando ingresó en urgencias ya había fallecido. Según los informes médicos, el adolescente falleció a causa del chupetón que le hizo su novia en el cuello. La «caricia» causó un coágulo de sangre que viajó al cerebro, provocando un accidente cerebrovascular mortal.
En fin, ya lo sabes. Sí, es difícil pero puede ocurrir. Así pues, te lanzo esta pregunta…