Como he leído por ahí, de algún malvado, se ve que estamos todos muy contentitos con las fiestas y celebraciones, ¿os habéis pesado ya? Esta Nochevieja, si sigues leyendo, ¡te vas a acordar de mí!
Que viva la Navidad.
Yo amo a la Navidad, así sin paliativos. Me encanta esta época del año, aunque esta la esté pasando estudiando, ¡pero es que la Navidad es la ocasión ideal para regresar a tu infancia! Y eso no nos lo va a quitar nadie.

Lo que tampoco nos va a quitar nadie, excepto nosotros mismos, es el sobrepeso que trae de regalo la época más bonita del año. Yo aún no me he pesado, lo haré pasado el día de Reyes porque, para llorar ya tengo el resto del año. Pero la cosa no pinta bien… Y aquí os voy a delatar a los culpables. Culpables que, casi al 100% veréis esta misma noche en vuestras mesas.
Los dulces de Navidad y sus calorías.
Con ese aspecto tan inocente, envueltos en sus coloridos papelitos, ¿cómo pueden ser tan cabrones? ¡Aquí va la lista de acusados! ¡Acuérdate esta noche!
Los polvorones.
Sí, los hay de diversas calidades y demás. Más ricos, o menos ricos, hechos a mano o a máquina, la realidad que ocultan es que, cada polvorón te regala cerca de 200 Kcal. O sea, te comes dos (que no es algo raro), y ya tienes el equivalente a un suculento plato de macarrones con tomate. ¡Quedaos en la bandeja, malditos!
Los turrones.
Por extraño que parezca hay diferencia entre el duro, el blando y el de chocolate. Y te vas a sorprender…
Una porción de turrón blando de unos 40 gramos, la normal, te casca otras 220 Kcal., si eliges el duro, además de jugar con la posibilidad de ayudar a superar la cuesta de enero a tu dentista, te otorga unas 190 Kcal. No muchas menos que el blando pero algo es algo.
La sorpresa viene de mano del de chocolate. ¡Resulta que es el que menos calorías tiene! Unas 160 kcal. por corte.
Y todo esto tomando una sola porción. Si sumanos la cosa se pone seria. Tomar un polvorón y un trozo de turrón nos supone 400 Kcal. ¡Teniendo en cuenta que una mujer adulta tiene su consumo calórico en torno a las 2000, con un cochino polvorón y un turrón ya habéis completado un quinto del consumo calórico de la jornada! Y esa es otra, ¿alguien es capaz de tomarse un solo polvorón y una sola porción de turrón? Yo no…
Mazapán.
Me encanta. Demasiado. Maldita sea. Este pequeño monstruo te provee de unas estúpidas 80 Kcal. por figurita. Me consuela pensar que tampoco es para tanto, la mitad de una manzana. ¡Que le den a las manzanas! ¡Venga esas dos figurillas (así las llama mi padre), de mazapán.
Bebidas, ¡es la noche de los brindis!
Agárrate que vienen curvas. Afortunadamente no me gusta el alcohol (gracias Dios mío). Pero entiendo que, al común de los mortales, le va la marcha. Así pues, esta noche, cuando levantes tu copita para brindar por el nuevo año, ¡acuérdate de esto que viene a continuación!
Una copita de cava, te mete al cuerpo unas 160 calorías (2 figurillas de mazapán, je,je,je…), una de vino tinto algo más de 100 Kcal, una cervecita tiene entre 105 y 200 Kcal., depende del tipo. Un vaso de sidra, (esta si me gusta) unas 50 kcal. (gracias Señor), un Martini te entrega sus buenas 128 Kcal. Si le tiras a la ginebra, tu copazo se te va a 200 Kcal. Si eres más de whisky, un vasito tiene cerca de 100 Kcal. ¿Un tipo rudo o una tipa de armas tomar de esos que dicen que lo suyo es el vodka? Pues ahí tienes tus 180 Kcal.
El clásico cubalibre de ron con Coca Cola va por las 220 Kcal., pero ¡ay, si lo que te gusta es el Baileys®! Te voy a dar un disgusto. El Baileys® es el rey de reyes con sus 260 Kcal. por copa. ¡Atenta Gemita! ¡Podría tomarme 3 figurillas de mazapán y aún no llegaría a la copa de ese brebaje! 😉
Feliz año nuevo.
En fin, espero que te haya gustado esta postal. Los humanos somos seres extraños así que, doy por hecho, que esta noche, aunque ya sabes lo que te metes entre pecho y espalda, te vas a inflar a polvorones, turrones, figurillas de mazapán y copazos. Y haces bien. Después de todo, seguro que el resto del año no comes dulces ni te pones hasta las orejas de copas… ¿Verdad?
Yo voy a ponerme a estudiar ahora mismo. ¡Deseadme suerte! O mejor, deseadme constancia y paciencia.
¡Feliz año nuevo!