Muchas mujeres, de todas las edades, se maquillan diariamente e, inevitablemente, en algún momento se hacen la pregunta, ¿será malo maquillarse todos los días? La respuesta que nos da la ciencia es, sí.
No hay maquillajes perfectos.
Todos los maquillajes cubren el poro. Da igual lo que te cuenten en la publicidad, todos obstruyen, en mayor o menor medida, la piel y acaban produciendo espinillas.
Según la dermatóloga García Hidalgo, de la Fundación Mexicana para la Dermatología, las irritaciones y problemas de la piel que más consultas provocan están relacionadas con el uso del maquillaje. Concretamente y por orden de frecuencia, la aparición de acné secundario y dermatitis. Y entre las adolescentes, la suma de hormonas a tope más maquillaje (generalmente tan a tope como las hormonas) es el camino más directo al acné.
Yo recuerdo el caso de la presentadora de televisión Consuelo Berlanga que, en los noventa, tuvo que abandonar la televisión por la reacción alérgica que le provocó el maquillaje diario.
Vaya, pues es una faena para muchas personas, ¿hay alguna solución?
En realidad, sí.
Hidratar antes de maquillar.
La piel es más propensa a sufrir por el maquillaje si está excesivamente seca o irritada por alguna razón, así pues una buena hidratante es el primer paso para reducir el riesgo.
El otro paso es escoger maquillajes no comedogénicos, es decir, que sus componentes no favorezcan la aparición de comedones (espinillas, para los amigos).
Las marcas que destacan son Laura Mercier, Bare Escentuals, Clinique y Lancome. Obviamente no he usado ninguno y no me llevo un céntimo con esto, simplemente os lo cuento.
¿Y cuáles sí pueden producir comedones? Pues en lugar de decir marcas os pongo la lista de ingredientes que sí producen granitos y así, cuando vayáis a la tienda, echáis un vistazo a la lista. Cuantos más ingredientes tengan de los de la lista, peor.
Allá va:
Acetylated lanolin alcohol, PEG 16 lanolina, lauric acid, cetyl acetate ethylhexyl palmitate, isopropyl linolate, isopropyl palmitate, isostearyl isostearate, isopropyl myristate, myristyl myristate, isopropyl isostearate, cetyl alcohol, isocetyl alcohol, oleyl alcohol, glyceryl-3-diisostearate, polyglyceryl-3-diisostearate, laureth 4, oleth-3, steareth-10, PPG 5 ceteth 10 phosphate, hexadecyl alcohol, isocetyl stearate, octyl stearate, cetearyl alcohol + ceteareth 20, sulfated jojoba oil, mantecas y aceites de coco, wheat germ oil, sodium lauryl sulfate, algae extract, red algae, sodium chloride, potassium chloride, Xylene.
Es un coñazo, pero al menos tienes una guía para saber si lo que estás comprando tiene propensión a llenarte la cara de acné o dermatitis.

La parte más delicada, a pesar de lo que se pueda pensar, no es el asunto de que te salga una espinilla cuando menos falta te hacía. Lo peor son los ojos.
Según el Instituto Varilux, “el uso regular de maquillaje puede tener consecuencias a largo plazo en el ojo, sobre todo en un ojo más sensible”. Unos consejos al respecto.
- Mucho cuidado con la limpieza: Vigila que los cosméticos que uses y las brochas estén siempre limpios. La taza esa tan divertida donde guardas los pinceles es un hotel de cinco estrellas para las bacterias. Lávate siempre las manos antes de aplicarte el maquillaje y cierra bien los envases cuando termines de usarlos.
- No prestes los cosméticos. Esto es así. Compartir una infección no os hará mejores amigas.
- Procura no aplicarte el rimel por dentro de la pestaña.
En fin, leerás en muchos sitios que el maquillaje cuida de tu piel. Lo comprendo, la industria cosmética es fuerte.
También he visto que muchos anuncian que tienen protección solar, y eso está bien, pero mejor aún si te la aplicas tú antes del maquillaje.
Y por supuesto TODAS LAS NOCHES a la cama desmaquillada. Si estás cansada como si no lo estás. Hazte ese favor.
En resumen, lo ideal sería darle vacaciones a tu piel de vez en cuando, por ejemplo una semana de cada cinco o en un ciclo de 3:2:1:1, o sea, 3 días me maquillo, 2 no, 1 sí, 1 no y vuelta a empezar.