Languidece Agosto y, con él, las vacaciones de muchas personas. Vuelta a casa y al quehacer diario. ¡Qué depresión! Pero tranquilo, esta sensación de malestar postvacacional es por la que pasan millones de personas tras el fin de sus vacaciones estivales, tiene remedios para combatirlo y… NO ES ESTRÉS POSTVACACIONAL (casi seguro).
Síntomas del estrés postvacacional.
Son diversos, pero algunos de los más frecuentes son dolor de cabeza, insomnio, dolores musculares, problemas de atención y problemas de memoria. Estos síntomas surgen como una reacción de estrés tras la incorporación, ya sea al trabajo o a los estudios. Simplemente el cambio de hábitos exige un esfuerzo que puede llevar aparejado un incremento de la ansiedad.
Los primeros días de incorporación es normal que el rendimiento y la motivación sean más bajos de lo normal. También es normal que te sientas cansado con más facilidad, que adolezcas de decaimiento, etc. Todo esto se incrementa si, para colmo, no te gusta el trabajo o los estudios o si estás muy quemado.
¿Qué dice la Medicina del estrés postvacacional?
Pues es que no existe un consenso sobre el asunto. Las estadísticas que tenemos provienen de medios de comunicación sin un control estricto. En estas, los resultados varían entre el 63% de mujeres y el 51% de hombres. Pero claro, si nos ponemos serios la cosa cambia. Y ponernos serios implica seguir los parámetros del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales editado por la Asociación Estadounidense de Psiquiatría.
Es decir, que para que alguien sufra este trastorno debe estar experimentando estos síntomas emocionales (malestar, ansiedad, depresión) o de comportamiento (deterioro significativo de la actividad social o laboral o académica), como consecuencia de la vuelta a su actividad profesional, tres meses después de reincorporarse a la misma. Y en las encuestas esas de las que hablaba antes, el asunto dura unos días; o sea, NO es estrés postvacacional.

En otras palabras, que a todos nos jode dejar las vacaciones. Que los primeros días son una putada pero que en poco tiempo todo vuelve a la normalidad. Si el asunto se demora más de tres meses, entonces sí, entonces puedes hablar de un estrés postvacacional de verdad.
¿Cómo alivio ese malestar postvacacional?
Según la Sociedad Española para el Estudio del Estrés y la Ansiedad, estas son las pautas para evitar ese malestar o, al menos, paliarlo.
- Comenzar el trabajo poco a poco y a ser posible por lo más grato.
- Conviene usar el tiempo de comer como momento de descanso y ruptura con nuestras actividades profesionales. Es bueno aprovechar la comida para hacer vida social y familiar, ¡o sea, es un buen momento para llamar a casa y charlar unos minutos con tu gente!
- Dormir lo suficiente, en torno a ocho horas.
- Dejar el trabajo en la oficina (tanto los papeles, como las preocupaciones).
- La práctica moderada de algún deporte o ejercicio físico ayuda a relajarnos.
- La organización del tiempo y de nuestras actividades, estableciendo horarios, es fundamental para poder descansar, no estar preocupados, no sufrir continuos sobresaltos, olvidos importantes, etc.
- Saber seleccionar actividades cuando no podemos hacer todo.
- No analizar continuamente los problemas o las alternativas: esto produce ansiedad.
A eso yo añadiría que es importante no darle excesiva importancia a los problemas. Tendemos a magnificar lo malo y minimizar lo bueno de nuestra vida. A fin de cuentas, si has tenido vacaciones eres muy afortunado, formas parte del 25% de seres humanos más ricos del planeta. Es mas, si estás leyendo esto significa que estás más comunicado e informado que los 5 mil millones de habitantes en el planeta que no usan Internet.
Y después de todo,en unos meses volverás a estar de vacaciones.
¡A por todas!